Buscar este blog

Mostrando entradas con la etiqueta #adúlteros. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta #adúlteros. Mostrar todas las entradas

viernes, 24 de enero de 2025

DIOS ES AMOR Y MISERICORDIA

 Dios es Amor y Misericordia

 1a Corintios 6:9-11

9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,

 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.

 11 Y ESTO ERAIS ALGUNOS; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

 En el verso 9, el apóstol Pablo da una lista de pecados que impiden entrar al reino de Dios. Sin embargo, no es que esté haciendo una lista de los únicos pecados que impiden la entrada al reino de Dios, porque el número de pecados es infinito y Pablo no iba a enumerarlos todos. Simplemente mencionó esos porque eran los más frecuentemente practicados en la iglesia de Corinto.

 Pablo no estaba condenando a nadie ni estaba incitando al odio contra las personas que llevaran esa clase de vida. Después de que enumera los pecados en cuestión, continúa hablando y en el verso 11 les dice: “Algunos de ustedes antes eran así; pero fueron limpiados; fueron hechos santos; fueron hechos justos ante Dios al invocar el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.” (Nueva Traducción Viviente). Aquí vemos claramente que Pablo está confirmando lo que dijo el profeta Isaías, que no importa que tan negro sea tu pecado; si te arrepientes, Dios te perdona. (Isaías 1:18)

 Es importante leer completos los mensajes y no sacar un versículo de contexto como pretexto para decir lo que nosotros quisiéramos que dijese y enviar un mensaje de crítica destructiva o de odio.

Antes de conocer a Jesucristo, todos nosotros vivimos una vida de pecado. No podemos venir ahora a jactarnos de nuestra santidad y condenar a todo el mundo y desearles el infierno. Nuestra obligación es orar para que el pecador se arrepienta.

 Recordemos que la verdadera esencia del evangelio es el Amor y la Misericordia, que Jesús no vino a llamar a justos, sino a pecadores; (Lucas 5:32). No vino a condenar al mundo, sino a salvar y dar vida eterna.

 Dios no quiere que ninguno se pierda, sino que todos vengan al arrepentimiento. (2a Pedro 3;9)

 Pensamiento: No podemos sentarnos en el Trono de Dios para condenar a todo el mundo, debemos aceptar con humildad que por la misericordia de Dios hoy somos salvos.